miércoles, 4 de febrero de 2015

Latidos de un viajero (poema XI) - Las grandes cosas

Aún recuerdo aquellas sonrisas inocentes
sobornando ideas en la broma de un portal;
aquella droga ilegal legalizada por nuestra amistad.

Saltábamos, gritábamos, reíamos...

Éramos gigantes en un reino de grafitis y gente corriente.
Éramos capitanes de un barco sin vela ni timón.
Éramos niños, y jugábamos a vivir.

Aún lo recuerdo como si hoy se volviese a repetir.