Te arranqué de mi mediocridad transparente
y desaguaste la mucosidad de mi percepción.
Me ofendiste con la afrenta de tu arbitrio
y desapareciste como espectro sin rincón.
Tu estigma perdura en mi psique...
...y tu guisante nunca lo advirtió.
¡Maldito esplendor que te sobornó!
¡Alergia pigmentada por sonrisas sin excreción!
¡Traidor!
¡Traidor!
¡Traidor!
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