domingo, 10 de enero de 2016

Tanantología (poema IV) - Humanipulado (I)

Volubles son las alarmas
de los relojes profanos
que, azotados por un látigo ruin,
obedecen al rectángulo,
iracundos en su propia estupidez.









2 comentarios:

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  2. Este poema me suscita una marcada dicotomía:

    Por un lado, advierto la existencia de la inercia propia de los elementos inertes sometidos a la manipulación caprichosa de las circunstancias que les quedan circundantes.

    Y por otro, percibo cómo es, precisamente esa inercia de sus condiciones naturales, la causante de unas revelaciones hacia sus cometidos propuestos, la que produce que estos no puedan manifestarse en contra si no es, paradójicamente, cumpliendo dichos objetivos, para colmo, enjaulados en lo que para estos seres 'inertes' serían las lindes de su universo, mientras que para nosotros sólo representa un simple aparato electrónico (o mecánico, a especificar).

    Esta reflexión me induce a hacer una mención (que se me ha antojado afín a lo que quiero decir) referente a, por ejemplo, los trabajadores de una marca de ropa en china, que son personas que, al estar allí prácticamente toda su vida, buscan auxilio cumpliendo sus deberes, pero dando muestras sutiles de su malestar a veces visible en los frutos de su trabajo, o a veces invisible a nuestros ojos, produciendo el triple o el cuádruple de género para señalar su descontento y así convocar huelga, denunciando y tratando de reivindicar sus derechos.

    En definitiva, me parece un poema muy digno del mecanicismo que, bajo pocas palabras, aúna una infinidad de concepciones orientadas a la manipulación mediática cada vez más evidente en nuestras vidas. Un beso, amor mío. Excelente.

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